domingo, 19 de julio de 2020

PAVOS REALES

Después del penoso periplo del nuestro Presidente del Gobierno, pidiendo “pasta” por media Europa, uno no tiene por menos que sentirse, avergonzado. No solo por los malos resultados obtenidos, si no por el papelón que ha tenido que hacer el pobre hombre. En Europa no valen los cuentos, las mentiras, las chulerías a las que nos tiene acostumbrados el personaje. Allí cuentan los hechos, las realidades y los resultados.
Los hechos son que tenemos el mayor número de “pavos reales” de la historia de la política española. Aquí cualquier alcalde de cualquier pueblo de tres al cuarto se lleva para su casa entre el medio kilo y kilo y medio mensuales, sin despeinarse. Aquí se inventan delegaciones municipales para liberar concejales por cientos. De las diputaciones mejor no hablar: hay más funcionarios que sillas y siguen entrando y todos con “pedigrí”. En los parlamentos y gobiernos regionales no hay tasa para tanto gasto en subvenciones a grupos y asesores. Los Gobiernos Regionales se han convertido en mini estados de opereta donde pululan “pavos reales”, “gallos” y “gallinas” de toda condición que ya estamos viendo para que sirven en cuanto hay un problema de cierta entidad. 
El Gobierno Central con el mayor número de ministros y de altos cargos de la historia; más de trescientos. Del parque móvil mejor no hablar: miles de vehículos y tres conductores por cada uno. Y de la Administración pública, correa de transmisión de tanto despropósito como ya hablé en mi último artículo mejor no insistir.
Y que decir de lo que se ha dado en llamar la industria política. Un entramado de intereses en medios de comunicación, empresas públicas, ONG, fundaciones, sindicatos, centros de negocios, de estudios. De la Universidad mejor no hablar: master, títulos propios y becas “blak”, en orden a financiar chiringuitos políticos anti sistema, para mayor gloria de viejos líderes totalitarios, de los que se sienten herederos los nepotistas instalados en su soberbia a veces inculta. Miles de millones arrancados de las costillas de trabajadores, autónomos y empresarios que ven como sus madrugones, esfuerzos y escaseces no son suficientes para alimentar este “ogro” que sin control arruina cualquier intento de desarrollo económico y social. Pancistas al servicio de la peor casta política. Legión de bienpagados sin escrúpulos que tienen en la ruina a este esforzado país.
Y para colmo los que venían a redimirnos desde el pisito de Vallecas, con los mil euritos, resultan que nos salen más caros que los maharajás de la india.
Claro, ¿que podemos esperar que nos digan en Europa, los que ven con asombro tanto dispendio? Pues lo que nos han dicho: “a otro perro con ese hueso” que en Europa los “pavos reales” están en los zoológicos, que Europa no paga dispendios de nuevos ricos a los incompetentes que pusieron por cuestiones maritales a todo un país en la peor situación posible frente a una pandemia.
Y me alegro que así sea, en España hace falta mucho rigor contra tanto farfullero, aunque lo tengan que poner holandeses o suecos. Porque este gobierno no quiere el dinero para resolver los problemas de los españoles, sino para mantenerse en el poder a toda costa, regalando miseria para ampliar su base electoral.





sábado, 4 de julio de 2020

LA PRIVATIZACIÓN DE LOS SERVICIOS PÚBLICOS


En mi anterior entrada hablaba de los españoles que nos han dejado en estos días, como consecuencia de un virus de una parte, y de la incompetencia de nuestros gobernantes de otra.
Pero la necesidad de seguir adelante nos obliga a intentar llevar una vida lo mas normal posible dentro de las limitaciones propias de la situación actual.
Las circunstancias personales me han llevado en estos días a tener que recurrir a la Administración Pública más de lo que me es habitual. Pues bien, no la encuentro. El coronavirus nos ha traído no sabemos cuantos fallecidos y cientos de miles de desaparecidos.
La Administración Pública Española ha desaparecido por mor de los vaivenes del coronavirus. Si usted llama a un centro de salud no hay manera de contactar con su médico, simplemente porque no cogen el teléfono. Si necesitas una prueba no hay manera de llevarla adelante. En los Ayuntamientos no hay nadie que te atienda. El teléfono de la cita previa no funciona. El teléfono ya no existe para la Administración. Alguien podría pensar que por Internet las cosas son diferentes, pues no, porque para resolver un asunto vía Internet se necesita acceso electrónico y eso solo lo tienen las gestorías o profesionales muy cualificados.
La consecuencia es que ahora se ha formado una administración paralela vía gestores. Ellos se encargan de recoger tus papeles de “ponerlos en fila” para que el funcionario de turno no tenga que esforzarse mucho en tomar la decisión y tú pagas los gastos del proceso. No se si los funcionarios españoles estarán teletrabajando o no, pero lo que está claro es que hoy las oficinas de la Administración están vacías y los ciudadanos sin ser atendidos.
Yo me pregunto si a los funcionarios les afecta más el coronavirus que a los empleados de las gestorías que te atienden en persona y en su nombre, o a los dependientes de las tiendas y supermercados que hacen lo mismo, o a los trabajadores de las clínicas dentales y oftalmológicas, farmacias y no digamos de sus compañeros de hospitales y centros sociosanitarios. ¿Por qué los empleados públicos   tienen que abandonar sus puestos de atención al público? 
¿Acaso en el Gobierno no hay nadie que sepa que hay muchísimos procedimientos que necesitan el concurso de los funcionarios y que esa es, precisamente, su razón de ser? ¿Acaso no hay nadie en el Gobierno que entienda que los ciudadanos necesitamos ir de la mano de estos trabajadores, para circular por la selva del procedimiento administrativo que ellos mismos se encargan de enmarañar día tras día?
¿Acaso los ciudadanos debemos pagar por duplicado una Administración Pública que nos ahoga sin contemplaciones? 
La cita previa fue el primer paso para que la Administración Publica se parapetara ante los ciudadanos. El “vuelva Vd. mañana” se ha transformó en venga dentro de 4, 10, 15 días o un mes, que la necesidad que Vd. tenga poco importa. Ahora sencillamente no están. El último día del plazo para presentar la Declaración de la Renta, a las 12:30, estuve en la Delegación de Hacienda. No había nadie: el señor de la seguridad, dos funcionarias hablando amigablemente y yo, solos, cuando salí la soledad que allí dejé me impresionó. Hace meses cuando tuve que sacar un duplicado del carnet de conducir, en la DGT la cita previa estaba cerrada, ni un mes ni dos ni tres, con un gestor en ocho días. Claro, si montamos una administración paralela al final a alguien se le puede ocurrir que sobra la mas costosa. Lo mismo es el primer paso para la privatización de los servicios públicos.