jueves, 11 de enero de 2018

AÑO NUEVO PP NUEVO

Tal como era previsible y ya anuncié en anteriores entradas, en Cataluña las cosas siguen como estaban, si cabe aún peor. Cuando todos los analistas de buena fe coinciden en que el enfermo tiene “cáncer”, los partidos políticos con el PP y su gobierno a la cabeza se empeñan en aplicar el tratamiento para un “juanete”.
Uno podía entender que el gobierno mostrase una cierta pasividad, para cargarse de razones a la hora de tomar medidas. El problema es que una vez cargado de razones, no se tome medida alguna. Medidas que están implorando los ciudadanos  de Cataluña.
Pero que nadie se llame a engaño, esto lo va a pagar caro el PP. Ya hemos visto una muestra en las elecciones al Parlamento de Cataluña, pero eso va a ser una broma con lo que nos espera en las próximas convocatorias electorales.
Lo del 1-O fue un ridículo que es inadmisible en un estado moderno y democrático de derecho, y debería haber tenido consecuencias dentro del Gabinete. Porque esa, no se la colocan al Comandante de Puesto de la Guardia Civil de mi pueblo. Solo era cuestión de madrugar y de no fiarse de los que habían dado muestras sobradas de su deslealtad al régimen constitucional. Si los colegios se hubiesen bloqueado a las 2 de la madrugada nada de eso habría pasado.
Pero, a mi juicio, más grave aún fue la huelga general. Que cuatro  cantamañanas bloquearan Cataluña ante la pasividad del Gobierno, dejó a las claras que lo del 155 era una pantomima, que no tiene más objeto que alargar una situación cada vez más enrarecida e inadmisible. Demostración palpable de que los partidos constitucionalistas son incapaces, no ya de dar una solución, si no ni siquiera de abordar el problema.
Ante este estado de cosas Ciudadanos, con las ideas bastante más claras y con menos complejos, está ganando la partida al PP y al PSOE. Porque el problema de fondo no es tanto la incapacidad de estos partidos para dar soluciones, el problema es que se han hecho viejos, conservadores, han perdido reflejos, van al tente mientras cobro.
En concreto, el PP está como en los tiempos previos a la refundación. Entonces perdía terreno frente al CDS, ahora lo está perdiendo frente a Ciudadanos; pero los síntomas son los mismos. Los dirigentes del PP están agotados, sin ideas, están desbordados por los acontecimientos, a pesar de las caras de suficiencia de algunos y algunas, como es el caso de la Vicepresidenta,  se les ve ridículos.
Aún queda tiempo para que el PP pueda despegar, pero eso será posible en la medida en que se produzca una revolución interna, que mande a las caras que estamos hartos de ver  a disfrutar del descanso que sin duda se merecen después de tantos años de sacrificio y entrega en el "duro" ejercicio del poder. En el caso de Castilla la Mancha en el "durísimo" ejercicio de la oposición, que es donde parece mejor se encuentran nuestros representantes.
No hay otra, con estos mimbres que nadie espere milagros. El PP desaprovechó la mayoría absoluta. Tuvo la suerte de ganar frente a un PSOE inmerso en la peor crisis de su historia. Ahora ha tenido la oportunidad con la crisis en Cataluña de demostrar a los españoles su capacidad política, y solo hemos cosechado un fracaso en toda regla. Esto seguro que no nos lo van a perdonar. La única solución es volver el partido del revés.