domingo, 26 de mayo de 2013

Querido Jose María:


Vaya la que has liado con la entrevista de Antena 3. Vaya la “manita” que le has soltado al gobierno. Vaya con la advertencia de “cumplir con tus responsabilidades como español……..etc.etc. Solo había que ver la cara de asombro de la presentadora del programa, para certificar la magnitud de tus declaraciones. Jose María has dado un puñetazo en la mesa que lo han sentido hasta los peces del Retiro.
Ahora vienen las especulaciones, que si quieres volver, que si las cosas están tan mal que no has tenido más remedio que hablar; mira yo no creo que sea por nada de eso. Desde mi punto de vista la mala leche contenida, pero evidente, que mostraste en la entrevista no era consecuencia de cuestiones meramente políticas, por más que estas sean de calado. Un hombre experimentado como tú, sabe manejar esas cuestiones con la frialdad propia del que se ha visto en muchas situaciones tan graves como las que en la actualidad se nos presentan. No, esa indignación contenida nacía de algo más profundo, de ese sitio al que solo te llegan cuestiones muy personales.
En los últimos tiempos todos hemos visto como tu legado como  presidente del gobierno está siendo cuestionado. Como a tu mujer, alcaldesa de Madrid, la están dando hasta en el “velo del paladar”. Por su fuera poco, en los últimos tiempos están empezando a cuestionar tu honorabilidad en cuestiones fiscales ¡tú, inspector de Hacienda! Pero lo que ha colmado el vaso es que se metan con tu hija. Mira Jose María, la gente se cree que los políticos somos una especie de máquinas sin sentimientos, y eso es completamente falso. Muchas de nuestras decisiones, incluso las de carácter político, tienen más que ver con nuestro “corazoncito” que con otra cosa. Y a ti te han tocado en lo más querido, que conste que como padre y abuelo lo entiendo perfectamente. Bueno no solo lo entiendo: si uno no es capaz de sacar la cara por los suyos, ¿Qué pinta en este mundo?
Pero lo que más te indigna es que tu partido no esté moviendo un dedo para evitarlo. El colmo es que la Vice haya hecho gestiones para apañarle al País, tu “bestia negra”, un crédito de 500 millones, que les saque de la ruina, y que le permita a Cebrián, tu “verdugo”, seguir cobrando doce millones de euros todos los años. Estos son los que critican los rescates de los bancos y los sueldos de sus directivos.
Pero sería bueno que hicieras un acto de contrición, y te preguntaras hasta qué punto tú eres responsable de lo que te está pasando:
Si hablamos del nombramiento de tu mujer como alcaldesa de Madrid, tendrás que convenir que fue un error por vuestra parte: tu mujer ni tenía méritos, ni la experiencia necesaria para ocupar ese puesto. Espero que no te vuelvas a cabrear cuando ante el reto de las próximas elecciones municipales, se busque a otra persona.
Por lo que se refiere a lo poco que te protegen desde el partido, tengo que empezar por contarte una anécdota: estaba yo recién elegido presidente provincial, y como tal tuve que acudir a la Junta Directiva Nacional, allí entre los muchos temas tratados se acordó escribir una carta a los presidentes provinciales salientes, agradeciéndoles los servicios prestados. En eso que pide la palabra un señor mayor, creo que senador por Baleares, y hace una corta exposición de los bueno que era el presidente saliente de las islas. Terminado su parlamento, tú te echas hacia adelante a cámara lenta, como a ti te gusta, miras a un lado, y dices: “a este que le hagan la carta un poco más larga”. Chico, yo que quieres que te diga, no solo me pareció desagradable, por lo innecesario, con un señor que ya se iba; lo peor es que me dio la clave de la consideración que en este partido se tenía por los servicios prestados, y el respeto que tú le tenías a esa Junta Directiva, que es el máximo órgano entre congresos.
Lo he dicho en muchas ocasiones, en este partido no hay “empresa”, y sí mucho “cortijo”. En las empresas se guardan las formas, se respetan a las personas que lucharon por ella, y se les protege, se les considera, porque forman parte de su historia y de su prestigio como organización. En los cortijos Jose María solo manda el señorito y mientras lo es. Y no te equivoques todos los  “mayorales” y “capataces” que le rodean solo le servirán a él. La ausencia de democracia interna, la sucesión de congresos a “la búlgara” desde hace años han conformado un partido sin debate ni sana confrontación. De arriba abajo se dice quién debe ocupar cada puesto en los distintos niveles de responsabilidad, y no hay más que rascar. Si alguno se atreve a asomar la gaita, cuando quiere salir a la calle a coger los avales que le permitan ¡solo presentarse!, se encontrará que todos están ya cogidos por los capataces del poder establecido. Ni siquiera les dejan asomarse a la tribuna a decir alguna cosa. Simplemente les entierran. Vamos, la política de la Restauración en estado puro. Pero de esto tienes tú gran parte de responsabilidad. Quiero recordarte que el “heredero”, fue elegido en una Junta Directiva, una como la de “la carta más larga”, de no más de media hora, y no en un Congreso.
No pretendas abrir un debate en el partido para hablar de esto o de lo otro. El nivel de adocenamiento y mediocridad, de ausencia de neuronas, que hemos alcanzado hasta en los más altos niveles de la organización, impiden cualquier ejercicio de controversia, y no digamos de confrontación de ideas. Si quieres sacudir al partido para que despierte y reviva, para poner en marcha un debate de ideas para la nueva sociedad que se nos viene encima: “pinchas en hueso, pero en mucho hueso”

En consecuencia y en la actualidad el mérito no es luchar, quemarse en aras del partido. El mérito es aguantar en el parapeto, para seguir viviendo de la política. De esos no esperes que muevan un dedo por el que fue su presidente, incluso aunque todo lo que son te lo deban a ti. Al contrario, le echarán una mano al País para que les trate bien, pero nunca lo harán por ti. Y cuanto más te deban peor se portarán contigo, más lejos te querrán tener para no recordarles que sin ti no serían nada. Pero no se lo tengas en cuenta, tampoco le echarán una mano al partido, so pena que su deterioro les afecte a ellos directamente. Este es el partido que tenemos, pero no te quejes eres Presidente de Honor, y al menos tienes la posibilidad de hablar en cualquier órgano del mismo, que quizá sea donde deberías haberlo hecho.

martes, 14 de mayo de 2013

CARTA A MI AMIGO JORDI


Querido Jordi:
 Me cuentan amigos comunes que te has hecho independentista, no sabes la alegría que me das. Muchas veces hemos discutido del tema de Cataluña sin llegar a conclusión alguna, como dice el refrán: sacábamos los pies fríos y la cabeza caliente. Pero por fin en algo estamos de acuerdo: tú quieres ser independiente y yo quiero que lo seas.
Sabes que no albergo prejuicio alguno con respecto a vosotros, por dos razones fundamentales: siempre que estuve en tu tierra me encontré cómodo, rodeado de personas agradables, que valoraban la amistad que mutuamente nos teníamos. La otra razón es que creo honestamente en el Ser Humano, y es muy parejo en todos los sitios. No creo que vosotros seáis más interesados o egoístas que otros cualesquiera entre los que me incluyo. Lo que ocurre es que las personas, como ocurre también en el mundo animal, somos por lo general acomodaticias, nos adaptamos al medio, y si nos ponen en un medio separatista es normal que lo terminemos siendo. Mira no hay punto de comparación pero los acontecimientos ocurridos en la antigua Yugoslavia no hubieran sido distintos si hubiésemos estado cualquiera de nosotros, a aquellas gentes le toco aquello y bastante desgracia tuvieron.
Con esto te quiero decir que no te echo en cara el que seas separatista, es que posiblemente si yo estuviera en tu lugar también lo sería. Por eso te escribo esta carta, porque somos amigos y quiero que darte mi opinión desde este lado.
Tengo una ventaja y es que en este lado no se alimenta la hostilidad contra vosotros como ocurre en Cataluña con respecto al resto de España. Es muy difícil tener criterios claros cuando se tiene que luchar contra un constante bombardeo de consignas y eslóganes, tú que eres de derechas me has comentados en ocasiones lo bien que maneja ese tipo de cosas la izquierda, solo te pido que hagas una sencilla comparativa y saca conclusiones. Un ejemplo claro fue lo de la Diada: ¡un millón de personas! repetido miles de veces por los subvencionados aparatos del régimen y ya da lo mismo si eran un millón o quinientos mil. En todo caso Jordi el número no era menor de los que en ese mismo sitio se agolpaban aplaudiendo al simpático Porcioles, cuando acompañaba al caudillo de las Españas. ¿Y que ha quedado de aquello?
Que fácil lo tienen tus gobernantes, ahora mandan los tuyos, cuando hay que hacer recortes por los excesos de los tiempos del desmadre, resulta que en España todos entonan el mea culpa, menos en vuestro caso en el que la culpa es del vecino.¿ No te parece pueril el razonamiento?.
“España nos roba” debes entender que eso nos duela. Nunca pensé que llegaseis a tanto, ni que fueseis tan ingenuos. Mira, desde que el mundo es mundo los que más tienen lo tienen porque se lo han quitado a los que menos tienen, y vosotros tenéis más que la mayoría. Luego, dudo que nadie os haya quitado nada.
Pero lo gracioso del caso es que yo quiero que seas independiente, tú quieres serlo y los dos lo tenemos jodido, ¿sabes por qué?, porque no os interesa, ni a vosotros ni a nosotros. El problema es que los gobernantes españoles lo dicen, mientras que los vuestro siguen con el “órdago a la grande” Que pena no tener aquí un de Gaulle, ese que les dijo a unos vascos “no me pidáis la independencia que os la doy”
Pues mira yo no soy de Gaulle, pero quiero que seas independiente, partimos lo que haya que partir, mayormente deudas, y a volar solitos. Ahora, si tú quieres volar solo, libre eres de saltar desde la cornisa. No me pidas que yo te empuje, porque tengo la convicción de que te vas a estrellar. Eres mi amigo y no te deseo mal alguno. Pero tampoco me pidas que sea yo el que te ponga la red y además que la pague de mi bolsillo. Jordi es muy difícil marcharse de una casa dando un portazo y pretender dejar la puerta abierta.