lunes, 30 de junio de 2014

HUYENDO DE LA QUEMA



Estos días parece que a todo el mundo la da por salir corriendo. Primero fue el Rey, después Rubalcaba. Corriendo parece que están los de IU por adelantarse a Podemos. Corriendo los candidatos a las primarias del PSOE, a fin de demostrar que ellos son  cosa distinta de lo que ha sido su propio partido hasta la fecha. Prisa de los nuevos reyes por contentar a Mas. Por distanciarse de su antecesor.
 A todo el mundo le ha dado por hacer mutis por el foro; y los que no pueden, por parecer algo distinto a lo que había hasta la fecha. Todos menos el PP. Nosotros, impertérritos, a lo nuestro: te rebajo el IRPF veinte euros y aquí no ha pasado nada.
Unos de los graves inconvenientes del Gobierno, y como consecuencia del partido que lo soporta, es que tiene más difícil esa huida hacia adelante. Cuando se administra los intereses de un país, como decía Ortega, “los experimentos con gaseosa”.
Da tal manera están las cosas que en la actualidad la política nacional presenta dos estados: uno de carácter sólido-blandengue que avala el PP, y otro de carácter más gaseoso que responde al resto de las fuerzas políticas. Diríamos que estamos entre el tocino de cielo y el merengue. Vamos que está la cosa para chuparse los dedos.
Pero todo  tiene su explicación; el Rey se marcha por que no le queda otro remedio si como parece inevitable hay que modificar las Constitución. Todos sabemos que cuando se abra ese melón, lo primero que hay que cambiar son las limitaciones sucesorias a las mujeres. Luego para que su hijo herede la Corona  no queda otra que dársela ahora que todavía puede sucederle. Después de esa modificación heredaría Elena.
Luego ya sabemos que va a haber cambio de Constitución, y no solo para las previsiones sucesorias, imagino que con Cataluña en el horizonte. Eso debe estar pactado con la Corona y con el PSOE. El problema está en saber cuál es su alcance y si la marcha de Rubalcaba no se debe a su incapacidad para hacer asimilar a sus bases ese cambio.
Mariano “solo ante el peligro” en una situación en la que los interlocutores solo sabemos que están en una subasta ascendente de despropósitos  y un Rey recién salido del horno, que solo tiene una ventaja, que si se equivoca será uno más en salir corriendo, en este caso de la Zarzuela.
En este estado parece lógico que el Gobierno tomase las riendas de la situación para hacerse con un electorado asombrado ante tanto despropósito y huérfano de liderazgo. El PP tiene una oportunidad de oro para llenar el vacío político existente, ante la insistencia del resto de las fuerzas políticas de apelotonarse cuanto más a la izquierda mejor. Pero en el PP nadie piensa en clave de Estado, ellos están a los veinte euros del IRPF y con eso  seguir en la poltrona. Piensan que dejando pasar el tiempo todo se arreglará.
En estas últimas elecciones a mí me ha pasado una cosa rara. Un partido del que no he visto un solo cartel electoral, del que no he visto un spot en  televisión, ni he oído una cuña en la radio; como veo poco la Sexta casi no conocía al candidato, ha sacado cinco diputados.  Aquí parece que los sopapos se dan sin avisar. Más vale que los responsables electorales del PP  tomen nota, y que de tanto “asesor” dediquen unos pocos a las redes sociales. Un campo que el PP tiene dejado de la mano de dios, quizá porque hay que trabajárselo mucho y veinticuatro horas al día. Hoy hay que estar en las redes no solo para opinar, sino para que los demás no opinen por ti deformando la realidad en nuestro perjuicio.
Ya sé que es predicar en el desierto, entre otras cosas porque alguno tendrá que aprender a encender un portátil; pero por avisar que no quede.

P.D. Hoy se incorporan a este blog mis amigos y compañeros del Ramiro de Maeztu, con los que compartí una entrañable convivencia el sábado pasado. Un abrazo a todos y espero, se repita pronto. Emulando el tango…” que cincuenta años no es nada”. O aquello de “… aunque ya nada pueda devolver la hora del esplendor en la hierba, de la gloria en las flores, no hay que afligirse. Porque la belleza siempre subsiste en el recuerdo...”