lunes, 15 de febrero de 2016

LA QUE SE NOS VIENE ENCIMA

Los últimos acontecimientos políticos son para preocuparse. La renuncia de Mariano Rajoy a formar gobierno, por falta de apoyos, parece razonable. ¿Para qué someterse a una investidura perdida de antemano?
Si es cierto que pone la pelota en el tejado de Pedro Sánchez, pero también la oportunidad de formar gobierno. Un peligro que supongo medido por el partido, teniendo en cuenta las ganas y la necesidad que tiene Pedro Sánchez de salir bien de ésta o por el contrario de terminar en su casa.
La apuesta tiene sus peligros, pues nos movemos en un escenario kafkiano en el que se cruzan tantos intereses que al final la cosa puede salir de una u otra manera por cualquier tontería. Un gobierno del PSOE con Podemos, Ezquerra y PNV, podría salir adelante, pero sería bueno analizar en manos de quien estaría ese gobierno.
Sería un castillo de naipes, en el que muchos de sus componentes rechazan pertenecer a ese castillo. El gobierno de España estaría en manos de los que quieren que España fracase como proyecto en común, partidos que en unos casos lo manifiestan abiertamente, como es el caso de Ezquerra y PNV; y en otros, como los que están cobijados en Podemos lo llevan en sus señas de identidad y son si cabe más virulentos en su posición contraria a la Nación Española tal como se contempla en la Constitución. Las Mareas, Compromis, Ada Colau, son elementos fundamentales en la configuración de Podemos como fuerza política a la que se debe Pablo Iglesias, si quiere llegar a alguna parte.
Por si fuera poco, los que no están en lo de deshacer España, están en repartir cuartos a los suyos. La corta experiencia de los ayuntamientos gobernados por la gente de Podemos solo tiene de sobresaliente lo bien que tratan a los parientes y a los de su cuerda, ya sean personas, colectivo o barrios. Sectarismo en estado puro. O bien agredir la sensibilidad de todos los que no piensan como ellos, como primer paso de implantación del totalitarismo más rancio (lo primero que le ha pedido Pablo a Pedro ha sido la Televisión y el CNI, por si hay alguna duda). Eso, que ahora se hace con los siempre escasos recursos municipales, será una nimiedad comparado con lo que se pueda hacer con los recursos del Estado.
No es que uno esté en contra de las ayudas de emergencia social, que ya las había, y alagadas por la alcaldesa de Madrid; o las de emergencia energética, que en Castilla la Mancha, según declaración del propio gobierno han dado para pagar ayudas de 150 euros a 100 personas, vamos de “traca”. O los pretendidos desahucios y otras iniciativas que tienen más de elementos de propaganda que de fondo real.
Lo que realmente importa es todo aquello que no se ve pero que aparece en el día a día de los Diarios Oficiales. Decretos, Modificaciones de Reglamentos, Ordenes, Circulares, elementos de la administración diaria de nuestros intereses en los que nadie se fija, pero que pueden orientar la realidad del gobierno más que la legislación que pasa por el Congreso de los Diputados, Asambleas Regionales, o Ayuntamientos.
Todos irán orientados en una dirección, machacar aún más a la Clase Media, que es ese oscuro objeto de deseo de la Administración Pública, y de los revolucionarios de nuevo cuño.
La Clase Media, ha sido la gran perdedora de la crisis. Clase Media que ha visto reducidos sus derechos, sus salarios, sus expectativas, en definitiva el “estado de bienestar” que ella consiguió construir. El fenómeno es más  grave si analizamos que no ha sido todo la clase media la que lo ha sufrido, solo una parte. Hay una parte de la clase media, de funcionarios profesionales y empleados de grandes corporaciones que no han sentido con tanta fuerza el peso de la crisis.
Podemos decir que la crisis si se ha superado ha sido, en gran medida, a costa de una parte de la clase media. Días atrás el gobierno de Castilla la Mancha hacía gala del acuerdo con los sindicatos de la Función Pública para recuperar la media paga extraordinaria que falta por devolver a los funcionarios, y un aumento del 3% en un par de años. Yo le diría a ese gobierno que diga a los trabajadores de los EREs, a los que perdieron su trabajo en la crisis y andan saliendo adelante como pueden, a los de los mil euros y menos, que les vamos a meter la mano en el bolsillo para mejorar la situación de los que tienen trabajo fijo y bien remunerado. Esas son las dos Españas una que vive y otra que malvive. ¿Y cómo van a terminar los de Podemos y en su caso el PSOE con todo esto? Pues muy sencillo, como hace siempre la izquierda, igualando por abajo.
Esas “políticas de campanario” a las que están tan acostumbrados, serán financiadas de nuevo con los recursos de lo que queda de clase media. Lo que asombra es que no se den cuenta. Que los ricos, que tampoco hay tantos, no se les quita el dinero más de lo que ya les ha quitado Montoro, no, lo mollar esta en desvalijar a la clase media, la que todavía aguanta. Y empezaran por las pensiones más altas, que es más fácil.
Alguien dirá, hombre ¿Cómo van a matar a la gallina de los “huevos de oro”?. Si no hay clase media todo se va al traste, la clase media  es la columna vertebral de cualquier país desarrollado; es cierto, lo que no sabemos es si eso no forma parte de su estrategia de mandarlo todo al traste. En Venezuela ya ha pasado algo parecido.