En la sección “mi perfil” de este blog, aparece un apartado referido a mis libros preferidos. Ya es difícil hacer semejante selección, pues los libros, como otras muchas cosas en la vida, te pueden apasionar, o no, en función del estado de ánimo en que te encuentres. En todo caso no corrí riesgos y enumeré algunos de los libros que he elido más de una vez, algunos más de dos, el Quijote siempre que puedo.
Es curioso como este libro, me refiero al Quijote, he pasado de aborrecerle, quizá porque era la lectura obligada cuando no lo en tendía, de párvulo; a disfrutar de él como de ningún otro libro. Gabriel García Márquez, dijo algo que posiblemente solo él podía decir: Que tenía el Quijote en el cuarto de baño y era allí donde lo leía mientras hacía uso del mismo. Yo sin más hice la prueba, y desde entonces tengo un Francisco Rico, en ese mismo sitio. Lo que un lord, inglés, por supuesto, definió como el “segundo mejor placer del mundo”, el primero cada uno tiene el suyo, dijo también este buen hombre, se puede convertir en el primero según el capítulo que te toque leer. Como todo lo bueno el Quijote hay que tomarlo “a pequeños sorbos”.
Unos libros te trasladan a los orígenes para descubrir lo poquito que hemos cambiado los seres humanos, La Ilíada, la Odisea, la Eneida, nos trasladan a esa época en la que los hombre se confunden con los gigantes y con los dioses. Hay libros que te hacen pensar: Un Mundo Feliz, 1983. Otros te deprimen: Niebla, El Lobo Estepario. Otros te divierten: Las Aventuras de Tom Sawyer, el propio Quijote. Otros te ilustran, y es en este apartado donde podemos encajar el libro que termino de leer: UNA BREVE HISTORIA DE CASI TODO.
A primera vista cumple todas las condiciones para ser un “ladrillo”: El título no puede ser menos afortunado, dando a entender que es una especie de cajón de sastre. Casi seiscientas páginas, cantidad difícil de seguir si no es con una trama de por medio. Es un libro de divulgación científica: Este tipo de libros pueden ser amenos cuando se habla de una sola materia y cuando además los escribe es un buen escritor. Los casos de Karl Sagan o Isaac Asimov son ejemplos claros de divulgación científica amena y asequible al gran público. Pero intentar hablar de casi todo, de una manera científica, y asequible a la mayoría se me antojaba muy difícil.
A pesar de todo “me tiré a la piscina”, y como no sería de interesante, que lo terminé en cuatro días. En este libro se habla de todo, como indica el título; se habla con un cierto nivel científico, es inevitable, pero se hace de tal manera que es difícil que cualquier persona con una formación media no llegue a entender todo lo que en él se cuenta. Quizá sea una ventaja que el autor, Bill Bryson, no sea un gran científico, y sí un magnífico escritor de libros de viajes. Sin duda su maestría en este tipo de libros, supone una facilidad a la hora de hacer el magnífico viaje que nos propone este libro a través del tiempo, nuestro mundo, y de nosotros mismos.
Da muchas claves sobre la vida en nuestro planeta. Llegas a la conclusión de que nosotros y lo que nos rodea es producto de infinitas casualidades, astronómicas, biológicas, físicas, geológicas, meteorológicas, de tal manera que te obliga a pensar que todo eso solo puede ser producto de un Ser Superior.
Habla del equilibrio que nos mantiene, generalmente “en el filo de la navaja”. Por ejemplo: El virus de VIH tiene la facultad de ser disuelto por el metabolismo del mosquito, ¿Qué ocurriría si mutase y se comportara como lo hacen otros, -malaria, dengue-, transmitidos por este insecto?
Son muy interesantes los apartados dedicados al cambio climático, sobre todo porque lo coloca en el sitio que le corresponde, alejado de los propagandistas al uso. Los cambios climáticos, son consustanciales con la historia de la Tierra y tienen poco que ver con lo que los hombres podamos hacer. Lo cual no quiere decir que podamos hacerlo mejor o peor.
La célula, el átomo, el origen del hombre, del universo, la evolución de la Tierra desde su nacimiento, todo encaja armónicamente en este magnífico libro. Es ameno porque todo lo que cuenta lo hace referido a los científicos que lo estudiaron, sus fracasos, sus luchas, sus rarezas, sus envidias, sus felonías y demás miserias humanas.
En definitiva un magnífico libro que estoy leyendo de nuevo, esta vez con el cuaderno de notas al lado.
Muy indicado para muchachos de 15 años en adelante.
P.D. No llevo comisión, es que me gusta compartir lo bueno.
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