El debate del Estado de la Región celebrado estos días, tenía sin lugar a dudas un alto interés por ser la primera vez que José María Barreda y María Dolores de Cospedal se enfrentaban en la tribuna de las Cortes de Castilla la Mancha. Se enfrentaban los que, presumiblemente, y pasada esta legislatura lo harán en las urnas. Tenía también el interés de ver, por primera vez, a la Presidenta Regional del PP en una confrontación en la que los socialistas juegan en su campo y con el árbitro a su favor.
Para mí lo importante no es tanto saber quién ha ganado el debate, pues esta cuestión es imposible de determinar cuándo estamos ante un gobierno en ejercicio que, como es lógico, tiene a su favor la opinión interesada de los llamados agentes sociales, cuyo criterio está tremendamente mediatizado por los intereses que representan y por los propios.
Pero todo esto, ya sabido, no debe impedirnos analizar el desarrollo del debate, aunque no sea más que para intentar en las próximas ocasiones superar a un contrincante que no se caracteriza por si brillantez en estos menesteres.
El primer error es pensar que la parte más importante del debate es la primera intervención, que por su propia naturaleza debe tener un carácter expositivo, formal y en consecuencia aburrido para la mayoría de los espectadores, que no están ante sus televisores con lápiz y papel tomando notas de lo que suelen ser “cartas a los Reyes Magos”. O se es capaz de entonar un “I have a dream” o la arenga de Gettysburg y Castilla la Mancha da para eso de sobra, o mejor es procurar hacer una intervención efectista con apelaciones a los sentimientos, más que perderse en los datos del informe de La Caixa, por contundentes que estos sean. Sí conviene en este punto deshacer la intervención del Presidente sobre las bondades de su gestión, con ejemplos concretos, a ser posibles documentados, de la ineficacia de la Administración Regional, los hay a miles a poco que se trabaje. También conviene aprovechar esta ocasión para “poner la muleta” y de esta forma llevar al adversario a tu terreno.
Es precisamente en la réplica donde el debate alcanza todo su interés, y debe ser por tanto la parte en la que hay que hacer un esfuerzo de preparación, estrategia y sobre todo y más estando en la oposición de audacia y en el debate que vimos, es aquí donde Cospedal no sacó provecho de un Barreda que como ella misma dijo iba a ser muy previsible.
Las críticas a su doble condición de Secretaria General y Presidenta de Castilla la Mancha, es una cuestión que solo preocupa a los socialistas, que no está mal visto por la mayoría de los ciudadanos, pero de eso la primera que tiene que convencerse es la propia interesada y en el debate no dio esa sensación. Estuvo bien utilizar el ardid del supuesto machismo del contrincante, solo ver que esto le colocó a la defensiva y le hizo gastar varios minutos de su intervención en dar explicaciones pero, a mi juicio, hay muchos más elementos para volver el argumento de la dualidad en contra del Presidente
Por ejemplo la supuesta dependencia de Madrid, y sobre todo en lo que hace referencia al Trasvase: Es un error pensar que los problemas derivados de esta cuestión tengan que suponer un enfrentamiento con Valencia y Murcia, ellos no hacen otra cosa que reivindicar lo que necesitan, con razón o sin ella. Los problemas de Cospedal y Barreda en esta cuestión vendrán de su enfrentamiento con la dirección nacional de ambos partidos y para aguantar esas tensiones, obviamente, está mejor colocada María Dolores que Barreda. Otra cosa es la carne que cada uno ponga en el asador, pero esto se verá en su día.
Hubo otro momento del debate de alto interés político: Me refiero a las críticas lanzadas por Barreda a las políticas llevadas a cabo en la comunidad de Madrid y en las que Cospedal no entró, teniendo un conocimiento de primera mano. Es verdad que las políticas liberales tienen poco encaje en una comunidad altamente subvencionada como la nuestra, pero no es menos cierto que mucho de lo que Castilla la Mancha puede presumir tiene que ver con el desbordamiento de la riqueza de Madrid en Toledo. Guadalajara y Cuenca.
Pero cuando “ se puso a tiro” Barreda fue cuando hizo un canto a la socialdemocracia y a las políticas “públicas”, cuando estas políticas sirven sobre todo para allegar infinitos recursos al “pesebre regional”, que es la razón principal de su permanencia en el gobierno y del retraso de nuestra región, pero que además, como casi todo en la izquierda, son una pose que no se compadece con la realidad, como ejemplo valga un botón: La ley de Garantías Sanitarias es un instrumento de privatización de la Sanidad en Castilla la Mancha sin paliativos, que está haciendo que las clínicas privadas crezcan como setas y las ya existentes estén en plena producción, configurándose, de facto, como un elemento más del sistema. En este caso María Dolores tampoco quiso entrar en el debate, no sé si por falta de reflejos o porque no lo creyó conveniente, pero debería tener clara una cosa que solo venceremos al PSOE en Castilla la Mancha en la medida en que seamos capaces de desenmascarar a los que a diario “hozan” en ese inmenso pesebre, muchos de los cuales dicen ser nuestros.
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