martes, 31 de marzo de 2015

ELECCIONES EN ANDALUCÍA 2015

Los resultados de Andalucía, al contrario de los que algunos piensan, no descubren nada nuevo. Al menos nada que no supiéramos: en Andalucía sigue funcionando el “régimen”.
De regímenes en España sabemos bastante, no en vano sufrimos uno treinta y cuatro años. Bueno unos lo sufrimos más que otros, y no precisamente los que más se quejaron, y se quejan todavía de él. Es el caso de los líderes de Podemos, herederos de la burguesía mejor instalada del Régimen. Esos que posiblemente quieren lavar su conciencia culpable de clase, a través de revoluciones que siempre les llevan al mismo sitio del que proceden, en algunos casos mejorando a los papás y a los abuelos. No son los únicos.
También se quejan del pasado régimen los socialistas andaluces, que no han hecho otra cosa que igualar si no mejorar tan denostado sistema. Nunca pensé que lo de  “atado y bien atado”, pudiera ser tan cierto como lo veo ahora. Los herederos de aquel régimen, Chaves entre otros, sabían muy bien que es lo que tenían que hacer.
No sé si el “vertical” sacó tanto jugo al régimen como los “sindicatos de clase” le han sacado al régimen actual, sin contar la propina de los ERES, sospecho que no. Sobre los cursos de formación creo que los del PPO eran bastantes más serios y de verdad iban dirigidos a la formación de los trabajadores, no a hacer ricos a la nube de intereses partidistas y personales que se ha formado alrededor de esas supuestas academias. Por cierto de esta privatización de la enseñanza la izquierda no se queja. ¿Por qué estos cursos no se dan a través de los centros públicos de enseñanza? Nos habríamos evitado el enorme derroche que ello supone y lo que es más importante: de verdad se hubieran formado a miles de trabajadores.
A tal punto hemos llegado con este régimen, que no solo ha superado en aprovechamiento político y golferías al que mantuvo a Franco durante treinta y cuatro años, sino que dentro de poco va a superarle en permanencia. Solo ha cambiado el aspecto de los señoritos. ¿Qué diferencia hay entre la Delegada de Trabajo de Jaén  coaccionando a sus  subordinados y aquellos señoritos que elegían a los que trabajaban en la plaza del pueblo? Bueno hay una muy importante: los señoritos administraban lo suyo, ésta lo está haciendo con lo de todos, que es más grave.
Es decir, en Andalucía está instaurado un régimen al que según parece los del PP estamos llamados a rescatar: Susana Díaz salió el día de las elecciones chuleándose, y vaya que se chuleó, de sus resultados: “el pueblo de Andalucía ha hablado”. Claro que ha hablado… y no te ha dado la mayoría que, según tú, los demás diputados electos están obligados a concederte.
Parece ser que los demás diputados de la cámara están obligados a apoyar a la más genuina representante del régimen andaluz. Parecer ser que los demás diputados están obligados a pasar por encima de corrupciones, abusos de poder, manipulación de las voluntades de los ciudadanos, utilización de los medios de comunicación y la puesta a disposición de su partido de todo el poder de la Junta para sentar a “Omaita” en el trono de los califas. Vamos, que tienen que hacerse los ciegos, los sordos y los mudos, como los tres monos del Japón.
En este sentido, y aquí quería llegar, los diputados del PP son los menos señalados a entrar en componendas, que ella misma con la chulería que le caracteriza ha rechazado. “Los andaluces han hablado” como hablaron en las anteriores elecciones y se quedaron con un palmo de narices, cuando dejaron al PP en la cuneta, tras las componendas con IU. Ahora el asunto de Andalucía, como lo fue en la anterior ocasión, es un asunto de la izquierda, y a ellos les toca resolver la cuestión. La izquierda en Andalucía suma 67 diputados, la derecha 42, que ellos lo resuelvan.
El PP, menos que nadie, puede entrar en una negociación que haría ver a los ciudadanos que el régimen, no es solo cosa de la izquierda sino de toda la clase política, incluido el PP.


 Si el PP se mete en ese charco, Ciudadanos sube a la estratosfera.

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