Cuentan que en uno los primeros Consejos de Ministros del gobierno de José María Aznar, después de las elecciones del año 96, el Presidente tuvo que advertir a algunos ministros de que “no derraparan en las curvas”. Parece ser que el ímpetu de algunos de ellos daba lugar a situaciones comprometidas que en nada beneficiaban a la labor del gobierno, en el comienzo de lo que debería ser una larga carrera
En el caso de Castilla la Mancha, podríamos advertir a nuestros compañeros que no convendría salir “quemando ruedas” en lo que sin duda también será una larga carrera.
Las imágenes de crispación, ansiedad y falta de control de las que hemos hecho gala en estos días dicen poco de la serenidad y el aplomo que es exigible a un equipo de gobierno. Se pueden decir las cosas que sean necesarias decir, se pueden denunciar situaciones de falta de claridad y transparencia, se puede incluso enunciar alguna sospecha; pero desde la serenidad del que se supone debe controlar cualquier tipo de situación por difícil que ésta pueda resultar.
No están las cosas para meter más presión a unos ciudadanos, de por sí, ya vapuleados por la crisis. Pero sobre todo no se puede meter el miedo en el cuerpo a tanta gente. Que los empresarios lo tienen difícil para cobrar, eso lo saben ellos más que nadie, pero también saben que solo con el PP en el Poder tendrán la oportunidad de cobrar algún día. De nada sirve, por tanto, incidir en el tema.
Pero no es admisible poner en duda el cobro de las nóminas de los empleados públicos. No solo por el susto que supone para estos empleados, mileuristas, que las pasan de a kilo para llegar a final de mes, sino por la imagen que de la Región se daría, si esto llegase a ocurrir. ¿A caso piensan los diputados regionales que no cobrarán la nómina de julio? Por que ellos deberían ser los primeros en no cobrar, o los últimos en cobrar, si hubiese dificultades financieras.
No se puede alarmar haciendo más difícil la marcha de una economía ya de por si maltrecha, Aunque haya razones para quejarse, hemos ganado las elecciones y los ciudadanos nos piden soluciones, no quejas. ¿O es que cuando nos presentamos no sabíamos lo que nos íbamos a encontrar?
El humo y olor a goma quemada no es el mejor comienzo para una legislatura, ya sabemos que hay dificultades, siempre las hemos tenido cuando el PP entra en las instituciones. Podría contar lo que me encontré en el Ayuntamiento de Toledo cuando entramos en el 95, yo era a la sazón Concejal de Hacienda. Endeudamiento a tope del permitido, operaciones de tesorería al máximo, 2000 millones en facturas: la luz de toda la legislatura y el servicio de limpieza y recogida de basuras de cuatro años, y cuando pensaba que ya estaba todo contabilizado, aparecieron 450 millones de albaranes sin facturar. Pero salimos adelante.
Para eso nos quieren los electores para resolver los problemas que crea el PSOE. ¿O es que alguno se piensa que hemos ganado las elecciones por el tirón de los componentes de las listas?
En el caso de Castilla la Mancha, podríamos advertir a nuestros compañeros que no convendría salir “quemando ruedas” en lo que sin duda también será una larga carrera.
Las imágenes de crispación, ansiedad y falta de control de las que hemos hecho gala en estos días dicen poco de la serenidad y el aplomo que es exigible a un equipo de gobierno. Se pueden decir las cosas que sean necesarias decir, se pueden denunciar situaciones de falta de claridad y transparencia, se puede incluso enunciar alguna sospecha; pero desde la serenidad del que se supone debe controlar cualquier tipo de situación por difícil que ésta pueda resultar.
No están las cosas para meter más presión a unos ciudadanos, de por sí, ya vapuleados por la crisis. Pero sobre todo no se puede meter el miedo en el cuerpo a tanta gente. Que los empresarios lo tienen difícil para cobrar, eso lo saben ellos más que nadie, pero también saben que solo con el PP en el Poder tendrán la oportunidad de cobrar algún día. De nada sirve, por tanto, incidir en el tema.
Pero no es admisible poner en duda el cobro de las nóminas de los empleados públicos. No solo por el susto que supone para estos empleados, mileuristas, que las pasan de a kilo para llegar a final de mes, sino por la imagen que de la Región se daría, si esto llegase a ocurrir. ¿A caso piensan los diputados regionales que no cobrarán la nómina de julio? Por que ellos deberían ser los primeros en no cobrar, o los últimos en cobrar, si hubiese dificultades financieras.
No se puede alarmar haciendo más difícil la marcha de una economía ya de por si maltrecha, Aunque haya razones para quejarse, hemos ganado las elecciones y los ciudadanos nos piden soluciones, no quejas. ¿O es que cuando nos presentamos no sabíamos lo que nos íbamos a encontrar?
El humo y olor a goma quemada no es el mejor comienzo para una legislatura, ya sabemos que hay dificultades, siempre las hemos tenido cuando el PP entra en las instituciones. Podría contar lo que me encontré en el Ayuntamiento de Toledo cuando entramos en el 95, yo era a la sazón Concejal de Hacienda. Endeudamiento a tope del permitido, operaciones de tesorería al máximo, 2000 millones en facturas: la luz de toda la legislatura y el servicio de limpieza y recogida de basuras de cuatro años, y cuando pensaba que ya estaba todo contabilizado, aparecieron 450 millones de albaranes sin facturar. Pero salimos adelante.
Para eso nos quieren los electores para resolver los problemas que crea el PSOE. ¿O es que alguno se piensa que hemos ganado las elecciones por el tirón de los componentes de las listas?
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