Esta es la definición de todo acto que aparece, inesperadamente, en una obra de teatro para resolver una situación, que el guión no puede por sí mismo, y de una forma coherente, llevar al fin deseado. Es una especie de “milagro” que resuelve el conflicto. Este recurso literario no suele ser del gusto de los autores porque resta credibilidad a la trama y pone en evidencia la poca pericia del autor a la hora de buscar soluciones razonables al deseado desenlace: Las Hadas en los cuentos, un eclipse de sol en el momento oportuno, un resplandor fulgurante, una catástrofe natural, son elementos que pueden resolver una situación límite, pero que tienen poca credibilidad. El nombre viene de la afición de los autores griegos, en sus tragedias, de hacer aparecer en el escenario y en el momento más oportuno, uno o varios dioses, de los numerosos que pueblan su mitología, colgados de una grúa (machina).
Algo parecido ha hecho El Presidente Barreda para resolver el colapso del Estatuto en las Cortes Generales, como consecuencia de la inclusión, en el mismo, de la fecha de caducidad del trasvase: “Descolgamos” algo grandioso en el escenario del agrio debate, y antes de que los espectadores se recuperen del resplandor de la propuesta, aprobamos el Estatuto.
El “resplandor” nos llega en forma de Reserva Estratégica de 6000 Hectómetros. No sabemos lo que es pero se presenta como desmesurado, parece algo así como “el Dios de las Aguas”. Es como si el dios Neptuno se descolgase sobre Castilla la Mancha y nos señalara con su tridente como elegidos de entre todos los seres mortales sedientos de agua.
Lo ambiguo de la propuesta hacer recelar de ella. ¿Qué es una reserva? sea o no estratégica: Una reserva es la guarda o custodia de algo, en este caso agua, en previsión de que pueda ser necesaria. Es decir en Castilla la Mancha dispondríamos de 6000 Hectómetros de agua al año para cubrir nuestras necesidades presentes y futuras, de agua.
Pero cuando hay que reservar algo se debe decir dónde está el bien a reservar. En el caso que nos ocupa no se dice claramente, pero si de agua se trata, se puede deducir que deberá estar en las cuencas fluviales de Castilla la Mancha: Fundamentalmente en las cuencas del Tajo, Júcar y Guadiana.
Por empezar por el Guadiana, lo único cierto de esta cuenca es que alberga una sobre explotación de 3000 Hectómetros. Los planes más optimistas cifran en treinta años su recuperación, si se acometen todas las medidas previstas en el Plan Especial del Alto Guadiana, cuestión esta harto difícil si tenemos en cuentas las complicaciones políticas y sociales de las medidas previstas.
El Júcar, ordenado por su Plan Hidrológico aprobado en su día, después de una campaña de las que le gustaban a Bono, nos ha traído como consecuencia un río en el que se repartió más agua de la que había, del orden del 20%. Luego cuando se ha repartido más de lo que hay difícilmente podrán hacerse reservas. Bastante tendremos con atender las necesidades actuales.
Nos queda el Tajo que con unas aportaciones en cabecera de unos 900 hectómetros a duras penas tiene para atender las necesidades consolidadas en la cuenca, el mínimo no trasvasable y para el trasvase Tajo Segura.
Es decir: Podremos hacer las reservas que queramos y tan grandes como queramos, pero el problema está en que en unas cuencas (Júcar y Guadiana), no hay agua ni para los usos actuales, luego difícilmente podrá haber en éstas ninguna reserva para usos futuros. Y en la del Tajo donde se podría hacer alguna cosa, gota de agua que sobra, gota que se llevan al Levante por el Trasvase cuya caducidad se pedía en el Estatuto.
La Reserva Estratégica, por tanto, se quedaría en puro papel mojado. No supondrá que Castilla la Mancha pueda disponer de un solo Hectómetro más de los que disponemos en la actualidad, ni evitará que se lleven ni uno menos de los que ahora se llevan.
Pero la hidrología es ciencia compleja, en ocasiones de difícil compresión, y que se presta fácilmente a todo tipo de manipulaciones. Cualquier ciudadano sabe que significa el fin del trasvase, difícilmente habrá alguno que sepa a ciencia cierta lo que significa la reserva en cuestión. Como no lo saben los del “vertical” que ya han ido raudos a postrarse ante Barreda en un acto de sumisión, recordatorio de aquellos tiempos en los que la adhesión era condición necesaria para representar algo, por más que con su actitud estén demostrando que solo se representan a ellos mismos.
Una vez más el pueblo de Castilla la Mancha humillado por unos representantes que solo se preocupan de sus poltronas. Pero no nos engañemos la culpa no es de ellos, la culpa la tenemos los que los soportamos sin exigirles un mínimo de respeto al pueblo que dicen representar.
Si se aprobase el Estatuto en esas condiciones será un día triste para Castilla la Mancha, será el día más triste de nuestra corta historia como región. Será ese día en el que se demostrará que seguimos siendo un pueblo de segunda, que los caciques, de fuera y de dentro, que históricamente nos oprimieron siguen en activo. Que da lo mismo Liberales, Restauración, Dictadura o Democracia, las cosas en estas tierras cambian poco, o nada. Y parece ser que nuestro pueblo tampoco y sigue aplaudiendo a los que le oprimen.
Algo parecido ha hecho El Presidente Barreda para resolver el colapso del Estatuto en las Cortes Generales, como consecuencia de la inclusión, en el mismo, de la fecha de caducidad del trasvase: “Descolgamos” algo grandioso en el escenario del agrio debate, y antes de que los espectadores se recuperen del resplandor de la propuesta, aprobamos el Estatuto.
El “resplandor” nos llega en forma de Reserva Estratégica de 6000 Hectómetros. No sabemos lo que es pero se presenta como desmesurado, parece algo así como “el Dios de las Aguas”. Es como si el dios Neptuno se descolgase sobre Castilla la Mancha y nos señalara con su tridente como elegidos de entre todos los seres mortales sedientos de agua.
Lo ambiguo de la propuesta hacer recelar de ella. ¿Qué es una reserva? sea o no estratégica: Una reserva es la guarda o custodia de algo, en este caso agua, en previsión de que pueda ser necesaria. Es decir en Castilla la Mancha dispondríamos de 6000 Hectómetros de agua al año para cubrir nuestras necesidades presentes y futuras, de agua.
Pero cuando hay que reservar algo se debe decir dónde está el bien a reservar. En el caso que nos ocupa no se dice claramente, pero si de agua se trata, se puede deducir que deberá estar en las cuencas fluviales de Castilla la Mancha: Fundamentalmente en las cuencas del Tajo, Júcar y Guadiana.
Por empezar por el Guadiana, lo único cierto de esta cuenca es que alberga una sobre explotación de 3000 Hectómetros. Los planes más optimistas cifran en treinta años su recuperación, si se acometen todas las medidas previstas en el Plan Especial del Alto Guadiana, cuestión esta harto difícil si tenemos en cuentas las complicaciones políticas y sociales de las medidas previstas.
El Júcar, ordenado por su Plan Hidrológico aprobado en su día, después de una campaña de las que le gustaban a Bono, nos ha traído como consecuencia un río en el que se repartió más agua de la que había, del orden del 20%. Luego cuando se ha repartido más de lo que hay difícilmente podrán hacerse reservas. Bastante tendremos con atender las necesidades actuales.
Nos queda el Tajo que con unas aportaciones en cabecera de unos 900 hectómetros a duras penas tiene para atender las necesidades consolidadas en la cuenca, el mínimo no trasvasable y para el trasvase Tajo Segura.
Es decir: Podremos hacer las reservas que queramos y tan grandes como queramos, pero el problema está en que en unas cuencas (Júcar y Guadiana), no hay agua ni para los usos actuales, luego difícilmente podrá haber en éstas ninguna reserva para usos futuros. Y en la del Tajo donde se podría hacer alguna cosa, gota de agua que sobra, gota que se llevan al Levante por el Trasvase cuya caducidad se pedía en el Estatuto.
La Reserva Estratégica, por tanto, se quedaría en puro papel mojado. No supondrá que Castilla la Mancha pueda disponer de un solo Hectómetro más de los que disponemos en la actualidad, ni evitará que se lleven ni uno menos de los que ahora se llevan.
Pero la hidrología es ciencia compleja, en ocasiones de difícil compresión, y que se presta fácilmente a todo tipo de manipulaciones. Cualquier ciudadano sabe que significa el fin del trasvase, difícilmente habrá alguno que sepa a ciencia cierta lo que significa la reserva en cuestión. Como no lo saben los del “vertical” que ya han ido raudos a postrarse ante Barreda en un acto de sumisión, recordatorio de aquellos tiempos en los que la adhesión era condición necesaria para representar algo, por más que con su actitud estén demostrando que solo se representan a ellos mismos.
Una vez más el pueblo de Castilla la Mancha humillado por unos representantes que solo se preocupan de sus poltronas. Pero no nos engañemos la culpa no es de ellos, la culpa la tenemos los que los soportamos sin exigirles un mínimo de respeto al pueblo que dicen representar.
Si se aprobase el Estatuto en esas condiciones será un día triste para Castilla la Mancha, será el día más triste de nuestra corta historia como región. Será ese día en el que se demostrará que seguimos siendo un pueblo de segunda, que los caciques, de fuera y de dentro, que históricamente nos oprimieron siguen en activo. Que da lo mismo Liberales, Restauración, Dictadura o Democracia, las cosas en estas tierras cambian poco, o nada. Y parece ser que nuestro pueblo tampoco y sigue aplaudiendo a los que le oprimen.
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