No sé si será casualidad pero la llegada del PSOE al gobierno
siempre ha venido precedida de una situación extraordinaria, de extrema
convulsión política e institucional, con la acción decidida de las “cloacas del
estado” y que en ninguno de los casos se ha terminado de aclarar.
Felipe González llegó al poder después del golpe de estado
del 23F. Lo que es cierto es que este golpe se estaba preparando con la
connivencia y el laissez faire cómplice
de la mayoría de los partidos entre los que se encontraba el PSOE. Las
entrevistas de Enrique Múgica con el
General Armada son elocuentes. Solo la dimisión de Adolfo Suarez les cogió con
el pie cambiado. Pero el golpe consiguió su objetivo que no era otro que quitar
del medio al entonces presidente del gobierno, que era el mayor inconveniente
que tenía el PSOE para alcanzar el poder
Zapatero llegó al poder después del 11M. Un golpe traumático,
que con la ayuda de las “cloacas del estado”, consiguió apartar a Aznar del
poder. Ya lo intentó la ETA antes de que este llegara a la presidencia del
gobierno. Pero lo consiguieron un poco más tarde. Después del atentado todo se
dispuso arteramente para culpabilizar al gobierno de Aznar. Que al día de hoy
el único inculpado sea una persona señalada dos años después de ocurridos los
hechos por unas mujeres que hubo que ir a buscar a Rumanía, demuestra la poca
solidez del proceso. Ni goma dos eco y basta ya, ni súper juez Gómez Bermúdez. Aquí
se echó más que tierra, cemento armado, sobre uno de los episodios más negros
de la Historia de España.
Pedro Sánchez llega al poder después de una sentencia en la
que un magistrado cuela una “morcilla” de su cosecha, sin ninguna validez
jurídica, pero que sirve de pretexto para una moción de censura, que apoyan con
fruición todos los enemigos de España. No tienen empacho de poner en la
Presidencia del Gobierno a un señor al que nadie ha votado, pero que seguro
amparará sus intereses. Menos mal que ahora ya sabemos, vía Ministra de
Justicia, que la cloaca judicial también existe. Esto, además, podría explicar
algunos de los episodios anteriores.
En definitiva el PSOE siempre que ha llegado al gobierno lo
ha hecho después de golpes de estado o pseudo golpes de estado. Pero el
problema no es que el PSOE llegue al
gobierno. El problema y lo más grave, es que tienen que pagar el peaje. En el
caso de Zapatero el más favorecido por su gobierno fue ETA, que estaba más que
derrotada por los gobiernos de Aznar; y Zapatero vía negociación, les metió en
el Presupuesto. Ahora habrá que pagar el peaje de Pedro Sánchez. Pronto veremos
algún apaño con los nacionalistas catalanes.
No falla, nunca faltará un socialista dispuesto a echar una
mano a los enemigos de España, si eso les sirve para alcanzar el poder.
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