Que nadie piense al leer el título que me he retrasado en el agradecimiento a los Reyes Magos. Aunque no es malo el regalo que nos ha hecho el juez Baltasar Garzón en los últimos días, de cara a las elecciones que se celebrarán mañana domingo.
En la actividad política te encuentras todo tipo de personajes, pero hay uno que resulta especialmente peligroso, es aquel que podríamos llamar "el sobráo". Es éste un personaje que se caracteriza fundamentalmente por tener un currículum académico de infarto, además de tener aprobada una oposición de campanillas, notario, registrador, catedrático universitario, abogado del estado, magistrado etc.
Estos personajes cuando se acercan a la política no lo hacen como lo hacen la mayoría, pensando que tienen mucho que aprender, sobre todo de los que llevan mucho tiempo, muy al contrario estos personajes entran con la idea de que los que están en los partidos se chupan el dedo y allí llegan ellos para salvarlos sacándolos de la mediocridad. Pasado el tiempo algunos se dan cuenta que ser buen político nada tiene que ver con el currículum académico y corrigen sus actitud y otros se van pensando aquello de "ellos se lo pierden", cuando lo que dejan es la inmensa paz que produce el hecho de librarte de un pedante.
Siempre he dicho que el político que no ha sido concejal le falta un hervor y que éso se le notará toda su vida política. Casos como el de José María Aznar es paradigmático de lo que estoy diciendo, un gran presidente que no supo estar a la altura en aquellas cosas en las que habría sido más fácil , cometiendo errores que nunca habría cometido un concejal de pueblo, y es que la cercanía y los sopapos a quemarropa, características fundamentales de la acción municipal, hacen espabilar al más tonto.
Pues bien en el caso que nos ocupa nos encontramos con dos "sobráos" de campanillas: Un juez de la Audiencia Nacional, que es algo así como, entre los sacerdotes, ser obispo de la Curia y un fiscal que se creyó cuando entraba en el Ministerio de Justicia que estaba en el casino de su pueblo "sentando cátedra". Como pueden adivinar que estos dos se juntaran era pura dinamita, y no lo digo por la pólvora que, juntos, pudieran quemar. Si a eso le añadimos el funcionario trepa dispuesto a lo que haga falta con tal de añadir más galones a su currículum, habrá que concluir a a esa "bomba" no le faltaba ni el cebador.
Pero lo que no sabían estos aprendices de político es que las bombas hay que saber muy bien donde se tiran, (esto además de en la política se aprendía en la "mili" ), pues a poco que te descuides te pueden explotar en la manos, y hacer más daño a los propios que a los enemigos, y es precisamente esto lo que ha pasado con esta pareja.
Andábamos en el PP de lo mas contritos, no sabíamos que hacer para llegar a los electores, sobre todo a los nuestros que es más grave; cabreados con nuestros dirigentes, donde tampoco faltan los "sobráos"; en una palabra andábamos mirándonos al ombligo, hasta que nos estalló la "bomba", y nos dimos cuenta que el peor PSOE hacía aparición una vez más. Vinieron a nuestra memoria tantos casos de manipulación política, algunos recientes como el 11-M, otros más lejanos, pero no por eso menos letales, como el caso de las "cuentas" del Grupo Parlamentario del PP, el caso Tomey, el caso del lino, todos quedaron en nada, pero produjeron daños irreparables en su día. en definitiva los electores del PP se dieron cuenta donde estaban los "malos".
Hay que reconocer que en este caso el PP, con ayuda de algunos medios de comunicación, ha sabido reaccionar sin complejos atacando sin misericordia al que, por cierto, no la tiene más que consigo mismo, descubriendo el burdo manejo y poniendo los cazadores en el punto de mira de los ciudadanos.
No se cuales serán los resultados de mañana pero si puedo decir una cosa ni un solo elector del PP se quedará en su casa rumiando su desdicha, muy al contrario irán a las urnas aunque no sea más que para ver como a estos "sobráos" les sale el tiro por la culata.
No hay comentarios:
Publicar un comentario