viernes, 15 de enero de 2016

NO VOTAR, LA ÚNICA SOLUCIÓN

El espectáculo que está dando la clase política española, no puede ser más deleznable. Tanto en Cataluña como en el resto de España, no hay un solo hombre de estado. No hay un solo político que alce la voz para defender los intereses de los que dicen representar. Todas sus cuentas van encaminadas a su particular aritmética electoral en orden a cubrir sus particulares intereses.
No caben más miserables por metro cuadrado. Y mientras tanto el pueblo atónito de tanto despropósito solo tiene como salida aguantar, y como se descuide votar de nuevo, posiblemente para obtener el mismo resultado, o uno parecido.
Quienes nos gobiernan? : Sin duda lo mas “pringaos” de la historia de la democracia española. Ganapanes de lo público, fracasados, oportunistas encaramados en las nuevas formaciones que solo buscan lo que dicen rechazar. Charlatanes de viejas ideas que ya no tienen cancha ni siquiera donde nacieron. Marionetas de los grandes medios de comunicación y de las grandes corporaciones a las que dicen combatir. Burgueses de toda la vida disfrazados de progres, Niños de papá criados en casa rica, que quieren dejar boquiabiertos a sus progenitores exhibiendo su escalada social e institucional.  Resentidos sociales que solo quieren destruir lo que ellos no fueron capaces de construir, por ser la prueba más evidente de su inutilidad. Soñadores de medio pelo, instalados en ínsulas, de las que sin duda ellos quieren ser sus gobernadores; pero sin la sensatez de Sancho, capaz de percibir su incapacidad para tanta responsabilidad. Nepotes que justifican la colocación de toda la parentela, en base a una supuesta confianza, que lo que esconde es su miseria moral, y el miedo a que se conozca su verdadera incapacidad intelectual, (la mierda mejor lavarla en casa). Mejor no seguir no sea que vaya a faltarle a alguno.
Sé que es predicar en el desierto, esta gente hacen oídos sordos a todo lo que no sea su interés. Yo creo que la verdadera revolución tendría que venir de dar la espalda a todo este “ganao”. Lo verdaderamente revolucionario seria NO IR A VOTAR.
Algunos pueden pensar que hay que dar la batalla en las redes sociales, pèro no. Esas redes son una trampa para la gente normal. Siempre que opines al contrario de lo que dicte el régimen, te saldrán dieciocho poniéndote a caldo. No, ellos no tienen otra cosa que hacer. Los demás nos ganamos la vida trabajando. No puede haber competencia cuando tú tienes que luchar por sacar lo tuyo adelante. A ellos se lo dan todo hecho. Por eso es un error creer en la supuesta democracia de las redes sociales. Nada más  lejos de la realidad, esas redes están dominadas por los que tienen poco que hacer, y no tienen demasiados problemas en la cabeza que les ocupe el mínimo tiempo.
Es un entorno manipulado, en base a noticias fabricadas ad hoc, verdades a medias, superficialidad, banalidad, demagogia, falta de rigor, desconocimiento total y absoluto sobre el tema que se trate, todo se da por bueno y se discute, cuando el origen de todo ello es la falsedad más absoluta. ¿Puede haber debate más estéril? Eso sin contar con los profesionales de la cosa. La legión de asesores que en la actualidad rodean a nuestros políticos, son en gran medida los llamados comunty  manager. Profesionales de la manipulación a favor de los que los contratan; aunque los paguemos nosotros.
Con unos medios de comunicación más vendidos de todo la historia de España. Con los adelantos tecnológicos que podrían paliar semejante entrega, inmersos en la trivialidad, la estulticia y la manipulación. Con unos políticos incapaces para ver más allá de su ombligo. Solo queda retirarse del campo de batalla, porque ya no se lucha por las ideas, por un modelo de sociedad, por el futuro de nuestros hijos. Solo se lucha por ese bienestar que algunos conseguimos con el trabajo duro, y otros quieren que se lo regalen. Vamos que conmigo no cuenten, no participo de esta mascarada. Solo el día que el pueblo español de la espalda a estos memos, empezarán a resolverse los problemas.
Es que no se lo merecen, empezando por los míos, que son los del PP. Si repasamos los resultados de las últimas Elecciones Generales, ocurre que los que han sacado plaza son los más directos responsables del fracaso más grande del PP de Castilla la Mancha en su historia. Hoy tenemos menos poder que nunca hemos tenido, sea cual sea el nivel que se considere, municipal, regional o nacional. Los responsables de ese fracaso están uno por uno  con su acta de diputado o senador en el bolsillo.
Pero hemos perdido ese poder cuando previamente disponíamos del nivel más grande de poder de nuestra historia como partido. Gobiernos municipales a manta, gobierno regional y gobierno nacional. Estos chic@s que ahora deambulan por las poltronas del Congreso o el Senado, son sin duda los que nos llevaron de lo más alto a lo más bajo. Y ahí los tenemos sin el menor atisbo de sonrojo.
Lo más lamentable es que esta gente está cerrando el paso a lo mejor del partido, a los que tienen mayor recorrido político. El caso de Toledo es paradigmático. El Presidente Provincial que ha fracasado en la provincia, permitiendo que todas las sinergias de la Diputación se concentraran en los pueblos de dos o tres diputados para asegurar su reelección, dejando desasistidos al resto. Preocupado de la cría de reses bravas, por la restauración de carruajes de época, y por el bateau mouche del embalse de Azután; con la situación social y económica que estábamos sufriendo. La políticamente inconcebible salida del pleno del Ayuntamiento de Toledo, cuando  unos padres querían denunciar el estado de sus hijos enfermos (me da lo mismo si estaban o no manipulados). ¿Cómo puede sorprendernos que Ciudadanos nos preparara el roto que nos ha hecho?  Todo esto no tiene perdón de Dios. Que compañeros con más proyección y capacidad política, demostrada tanto en los platós de televisión, como en los foros internacionales, se tengan que ir a su casa, no deja de tener gracia. Pero podríamos hablar de la Alcaldesa de Ocaña, que merece el cielo solo por aguantar la herencia de su compañero del partido, sin abrir la boca; o la propia Rocío, que nadie sabe porqué apareció en su día en la lista del Congreso, pero que nadie puede negar el intenso trabajo que ha realizado.
Y qué decir del Senado. Hombre, Tomás Burgos, como decía Javier Arenas es “aparato”. Pero, ¿qué hay que agradecer a los otros dos senadores, con importantes responsabilidades en la Organización, con este fracaso histórico?
Lo que si hay que reconocer es coherencia, la que se estableció en su día en este partido a raíz de la preparación del congreso de Valencia: ¡los peores al poder! Para que no me hagan sombra.
El PSOE como siempre: si hay poder aunque sea con el diablo. Yo en esta ocasión me lo pensaría un poco, porque en esta ocasión se da una circunstancia distinta. No es que haya que pactar con Podemos, que a estos me los tengo calados. Es que hay que pactar con unos señores que son deudos del separatismo catalán y del vasco, en un momento en el que sobre todo en Cataluña van a por todas. Hay que pactar con unos señores que para pasar por progresistas y revolucionarios, no es que lleven rastas, o monten el numerito memo del niño en el Congreso, es que han visto como única seña de identidad de su pretendida revolución, machacar a España.
Es que hay que juntarse con unos señores que apoyan un pretendido “derecho a  decidir”, que es la tapadera del mayor nido de corrupción de la historia reciente de Europa, incluidos los antiguos países comunistas. De la mayor concentración de oligarcas de toda España. Pero sobretodo de la mayor cantidad de ególatras, insolidarios, egoístas y ávaros que se ha dado en la política española.
Pero en esto se podría equivocar Don Pedro, va a ser difícil, si ese caso se diera, que los diputados socialistas puedan salir a la calle en sus respectivas circunscripciones, sin ser objeto de todo tipo de escraches. Escraches que desde que los hacen los de Podemos son políticamente correctos, legales y una muestra de la libertad de expresión.
Por todo esto lo mejor es no votar: ¿Cómo podéis pedir a los que los que ya fueron a votar tapándose la nariz y aguantando las arcadas, que vuelvan a hacerlo de nuevo? No, mejor quedarse uno en su casa. O en su caso echarse a la calle, que a algunos les ha dado buen resultado.



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