domingo, 12 de abril de 2020

Si nos sirviera de algo, esta pandemia es lo mejor que nos podía haber ocurrido.




Después de tanto tiempo sin escribir, de puro aburrimiento político- social, es caso obligado decir alguna cosa sobre lo que estamos viviendo.

Lo primero que se me ocurre es que el coronavirus ha supuesto una cura de humildad para todos aquellos que sean capaces de verlo. Nos creíamos los más, con nuestros aparatos electrónicos que nos hacían creer que sabíamos más que nadie. Nuestros viajes de acá para allá, que nos hacían creer que éramos hombres de mundo. Nuestra vida de consumo y derroche a costa de envenenar la Naturaleza. Todo eso se ha venido abajo y estamos como en esas películas de catástrofes, pero con la diferencia de que aquí no tenemos el héroe que nos saque del apuro.

Solo me hago una pregunta: si esto va a servir para cambiar las prioridades de nuestras vidas, o si por el contrario seguiremos por el mismo camino, el que nos marcan los poderosos que gobiernan el Mundo, que sin duda nos llevara de un coronavirus a otro. Porque si algo ha quedado claro es que somos muy pero que muy débiles. 

Esta sería la primera amenaza. La segunda es, para el que lo quiera ver, las maneras totalitarias de la izquierda que nos gobierna: censura, chulería totalitaria por doquier y por supuesto aprovechar el rio revuelto para beneficiar a la parroquia. Hasta ahora cada dos trabajadores españoles tenían que llevar en andas a un jubilado, ahora tendrán que llevar a un jubilado y a tres perro-flautas. A los primeros les teníamos que pagar un sueldo a veces bajo, a los últimos hay que darles un sueldo en condiciones y vivienda. Ni siquiera hay que darles trabajo, no, eso se queda para los fachas de derechas, estos pasan a la jubilación directamente.

El virus también nos ha dado otra lección. La Sanidad Española es un puro desastre. Como siempre en nuestra ya vieja historia, ha habido que echar mano del heroísmo de unos pocos, para salvar a duras penas la situación, como me dijo un médico: “nosotros como los Tercios que aguantan la posición con miseria y gloria”. ¿Cómo puede ejercer el mando único en la lucha contra la pandemia, un ministerio que no sabe lo que es un hospital desde hace lustros? Así ha pasado, que en Sória se morían a raudales por falte de medios y en Zaragoza, a pocos kilómetros, había un hospital montado en la Feria, con respiradores, donde no se ha ocupado ni una cama.

Y de los muertos ni pio, no vaya a ser que se note mucho el desastre. Hombre lo del perro del ébola… es que era un perro y detrás estaban los animalistas que son coleguillas, y además gobernaba el PP. Pero en este caso, son seres humanos y a esos los podemos dar un tratamiento más impersonal. Simplemente, al no ser vistos, serán percibidos como números de una estadística, y en ese caso dará lo mismo 15.000 que 30.000.
Pero lo más grave es que estos muertos, como ya escribí en Facebook, no son unos muertos cualesquiera.

Estos muertos son los que perdieron su infancia y su niñez en tiempos de guerra y postguerra. Los que trabajaron durante jornadas interminables de mil pluriempleos para que sus hijos llegaran a donde ellos no habían podido llegar. Los que construyeron muchas cosas de las que ahora disfrutamos. Los que se hicieron cargo de la cuenta de sus hijos y nietos durante la crisis. Los que perdonaron y olvidaron para conseguir una España en la que cupiésemos todos. Los que han sido enterrados en la fosa común del olvido por un gobierno de incompetentes y los triperos de los medios de comunicación. Los que en su grandeza van a pagar, con las pensiones que ya no cobrarán, el precio de la crisis que les costó la vida.

Y el rebaño de borregos que inunda esta tierra, animándose con el Dúo Dinámico….vamos para cortarse la venas.