Ahora toca, en Castilla la Mancha, Congreso Regional. Después
del Congreso Nacional que puso en la Presidencia del Partido a Pablo Casado, en
Castilla la Mancha como consecuencia de la marcha de María Dolores de Cospedal,
tenemos congreso.
Aquí se presentan dos candidatos, Carlos Velázquez, Charly
para los amigos, y Francisco Núñez, alcaldes de Seseña y Almansa respectivamente.
Como ocurriera en el congreso nacional Francisco Núñez parece tener el apoyo
del aparato del partido, mientras que Carlos va por libre.
Conozco a Charly desde hace muchos años. Es un político en el que confluyen características
poco frecuentes en la política de nuestros días. Es joven, con una importante
experiencia política y además tiene un buen trabajo. En consecuencia no tiene
las ataduras propias de los que necesitan del cargo para disponer de una
nómina.
Se dice que no tener el apoyo del aparato del partido es un
inconveniente, sin embargo a mí me parece una ventaja. Como en el caso del
Congreso nacional en Castilla la Mancha el aparato del PP es el verdadero
lastre para que el partido despegue.
Castilla la Mancha de siempre fue el “cortijo” de Genova. Aquí
llegaron los que desde la sede nacional se designaban sin tener en cuenta la
opinión de los que aquí estábamos. Si es cierto que alrededor de estos “señoritos”
nunca faltaron “capataces” que los llevaran en andas, pero esa estructura
arcaica de aplaudidores entusiastas nunca dejó aflorar los políticos de raza.
No dejó aflorar a esos políticos luchadores que solo en el riesgo y en el
compromiso con su tierra ven la manera de alcanzar la victoria.
Por el contrario esa burocracia digital, sólo nos trajo
políticos aplaudidores permanentemente acurrucados tras el parapeto de sus
intereses. Políticos que dan la sensación de encontrarse más cómodos en la oposición
que en el gobierno. En el gobierno se trabaja mucho y se asumen riesgos, en la
oposición con una rueda de prensa de vez en cuando se cubre el expediente, pero
eso sí, se cobra lo mismo.
Esta concepción de la organización ha traído como
consecuencia en la práctica, la muerte lenta, pero inexorable, del Partido
Popular de Castilla la Mancha.
No conozco a Francisco Núñez y no me gusta hablar de lo que
desconozco, no deberá ser mal político si le eligieron como alcalde los vecinos
de Almansa. Pero si se quien estará detrás de él y a esos sí que les conozco
muy bien, y con esos seguiremos en el permanente deterioro.
Como en el caso de Casado, Carlos es la única posibilidad de
terminar de una vez por todas con el “cortijo” de PP de Castilla la Mancha.