Estos días parece que a
todo el mundo la da por salir corriendo. Primero fue el Rey, después Rubalcaba.
Corriendo parece que están los de IU por adelantarse a Podemos. Corriendo los candidatos
a las primarias del PSOE, a fin de demostrar que ellos son cosa distinta de lo que ha sido su propio
partido hasta la fecha. Prisa de los nuevos reyes por contentar a Mas. Por
distanciarse de su antecesor.
A todo el mundo le ha dado por hacer mutis por
el foro; y los que no pueden, por parecer algo distinto a lo que había hasta la
fecha. Todos menos el PP. Nosotros, impertérritos, a lo nuestro: te rebajo el
IRPF veinte euros y aquí no ha pasado nada.
Unos de los graves
inconvenientes del Gobierno, y como consecuencia del partido que lo soporta, es
que tiene más difícil esa huida hacia adelante. Cuando se administra los intereses
de un país, como decía Ortega, “los experimentos con gaseosa”.
Da tal manera están las
cosas que en la actualidad la política nacional presenta dos estados: uno de
carácter sólido-blandengue que avala el PP, y otro de carácter más gaseoso que responde
al resto de las fuerzas políticas. Diríamos que estamos entre el tocino de cielo
y el merengue. Vamos que está la cosa para chuparse los dedos.
Pero todo tiene su explicación; el Rey se marcha por
que no le queda otro remedio si como parece inevitable hay que modificar las
Constitución. Todos sabemos que cuando se abra ese melón, lo primero que hay
que cambiar son las limitaciones sucesorias a las mujeres. Luego para que su
hijo herede la Corona no queda otra que
dársela ahora que todavía puede sucederle. Después de esa modificación
heredaría Elena.
Luego ya sabemos que va
a haber cambio de Constitución, y no solo para las previsiones sucesorias,
imagino que con Cataluña en el horizonte. Eso debe estar pactado con la Corona
y con el PSOE. El problema está en saber cuál es su alcance y si la marcha de
Rubalcaba no se debe a su incapacidad para hacer asimilar a sus bases ese
cambio.
Mariano “solo ante el
peligro” en una situación en la que los interlocutores solo sabemos que están en
una subasta ascendente de despropósitos
y un Rey recién salido del horno, que solo tiene una ventaja, que si se
equivoca será uno más en salir corriendo, en este caso de la Zarzuela.
En este estado parece
lógico que el Gobierno tomase las riendas de la situación para hacerse con un
electorado asombrado ante tanto despropósito y huérfano de liderazgo. El PP
tiene una oportunidad de oro para llenar el vacío político existente, ante la
insistencia del resto de las fuerzas políticas de apelotonarse cuanto más a la
izquierda mejor. Pero en el PP nadie piensa en clave de Estado, ellos están a
los veinte euros del IRPF y con eso seguir en la poltrona. Piensan que dejando
pasar el tiempo todo se arreglará.
En estas últimas
elecciones a mí me ha pasado una cosa rara. Un partido del que no he visto un
solo cartel electoral, del que no he visto un spot en televisión, ni he oído una cuña en la radio;
como veo poco la Sexta casi no conocía al candidato, ha sacado cinco diputados.
Aquí parece que los sopapos se dan sin
avisar. Más vale que los responsables electorales del PP tomen nota, y que de tanto “asesor” dediquen
unos pocos a las redes sociales. Un campo que el PP tiene dejado de la mano de
dios, quizá porque hay que trabajárselo mucho y veinticuatro horas al día. Hoy
hay que estar en las redes no solo para opinar, sino para que los demás no
opinen por ti deformando la realidad en nuestro perjuicio.
Ya sé que es predicar
en el desierto, entre otras cosas porque alguno tendrá que aprender a encender
un portátil; pero por avisar que no quede.
P.D. Hoy se incorporan a este blog mis amigos y
compañeros del Ramiro de Maeztu, con los que compartí una entrañable
convivencia el sábado pasado. Un abrazo a todos y espero, se repita pronto.
Emulando el tango…” que cincuenta años no es nada”. O aquello de “… aunque ya nada pueda devolver la hora del
esplendor en la hierba, de la gloria en las flores, no hay que afligirse.
Porque la belleza siempre subsiste en el recuerdo...”