Se ha liado buena con la reforma del Estatuto de Castilla la
Mancha, que conlleva la reducción del número de diputados de una horquilla de
47-59 a una de 25-35.
PSOE, y sobre todo IU y UP y D, han puesto el grito en el
cielo: los primeros por ver mermadas sus posibilidades electorales, los
segundos, por ver prácticamente cerradas las puestas de las Cortes a sus
representantes.
Para los que se quejan, convendría de recordarles el rosario
de arbitrariedades que tuvo que sufrir la entonces oposición del PP.
En el año 95 Bono ganó las elecciones por un punto de
diferencia con respecto al PP. Durante los dos años anteriores, utilizando una
argucia administrativa, tuvo a la oposición sin una sola peseta. No ya de
salarios a los diputados, sino de asignaciones al grupo parlamentario. Cero
pesetas durante dos años para cualquier actividad. Mas si no fuera poco,
durante ese tiempo, pregonaron a los cuatro vientos que el PP poco menos que había
robado el dinero de las Cortes. La sentencia judicial, le dio la razón al PP…una
semana después de celebradas las elecciones. El magistrado tenía la sentencia
de antes, pero no la sacó antes de la cita electoral ¡¡ para no influir en el
resultado!!
Posteriormente el PSOE retiró el sueldo a los diputados en
varias ocasiones: para forzar la aprobación de la Ley del Gobierno y del
Consejo Consultivo, en la que Bono se ponía sueldo, secretaria, coche oficial,
chofer y despacho de por vida, o para la aprobación de la televisión regional.
Mandó a la calle a parte el personal del grupo parlamentario en unas Navidades.
O adecuaba las normas electorales a su conveniencia, cambiando los diputados de
las provincias que convenían, o exigiendo una declaración de intereses
exhaustiva hasta a los ¡¡suplentes de las candidaturas!! cuando convenía airear
el patrimonio de algún candidato, como era el caso de Suarez Illana. O cuando
para fastidiar a los abogados se les aplicaba una ley de incompatibilidades que
le impedía no solo ejercer, sino incluso colegiarse.
Caciquismo en estado puro, todo giraba alrededor de la
conveniencia del que manda.
La misma ausencia de criterios ilumina las actuaciones de
María Dolores de Cospedal, en los casos que ya jalonan la legislatura, tanto en
lo que se refiere a los sueldos de los diputados, como a su reducción, o como a
la que está por venir, reforma de la Ley Electoral. Una vez más vamos a ser austeros
con lo de los demás, pero que lo mío no me lo toquen.
Si de verdad queremos reducir los gastos de la representación
popular en las Cortes, reduzcamos su actividad a lo que sea imprescindible. Con
tres meses sería suficiente, y el resto del tiempo se cierra las Cortes. Y
desde el Presidente hasta el último ujier que pasen a ser fijos discontinuos,
como los de la campaña del mazapán.
Porque si no lo que tenemos son diputados de primera y de
segunda. De primera los que cobran sueldo, o los que por ser miembros del
gobierno lo cobran por otra parte. De segunda todos los demás. De esta forma
solo los funcionarios, o los ricos por su casa, podrán acceder con garantías a
ser representantes de su pueblo.
¿Y por qué recortar a los representantes del pueblo y no a
los miembros del gobierno, en sus salarios en sus asesores en sus gastos en sus
coches oficiales? ¿Por qué no promulgar un una ley en la que cada uno cobre del
erario público lo que cobraban en sus trabajos anteriores? Para que ellos no
pierdan por su dedicación a la política, y la Hacienda Pública no les pague más
de lo que valen.
Una vez más todo son pretextos para adecuar la realidad a la
conveniencia del que gobierna. En este sentido no le va a la zaga la
utilización sectaria de la Televisión Regional.
Hoy un titular de
nuestra televisión rezaba: “Cuenca patrimonio de la suciedad”. Su alcalde no sé
si se merecerá ese titular, Cuenca seguro que no.
El rosario de titulares de semejante corte al anterior,
cuando de Toledo, Cuenca o de la Diputación de Ciudad Real se trata dicen muy
poco, no ya de la ética, que en esa casa nunca la hubo, si no de la
inteligencia de los dirigentes del medio. En tiempos de PSOE la estrategia era
más inteligente: mucho incienso a Bono o Barreda, y la oposición ni aparecía.
No existíamos.
Es cierto que los antecedentes no avalan las quejas del PSOE,
están disfrutando de la medicina que durante lustros suministraron la oposición.
Pero las reacciones del PP demuestran hasta qué punto está llegando el deterioro
del Sistema de las Autonomías.