martes, 23 de julio de 2013

DE PUERTA PARA ADENTRO

DE PUERTAS PARA ADENTRO

Arantza Quiroga decía hace algunos días, refiriéndose al caso Bárcenas: “que mientras algunos iban temblando a los plenos, otros estaban para otras cosas”. Tenía razón la presidenta del PP Vasco, pero se quedaba corta.
Mientras otros se pasaban quince minutos todas las mañanas con una linterna y un espejo mirando los bajos de su coche, porque no tenían escoltas, para luego terminar estrellándolo contra la pared, para asegurarse de que nada iba a pasar, antes de subir a los niños para llevarlos al colegio…otros estaban en otras cosas.
Mientras en toda España, las organizaciones provinciales, ponían cuotas extraordinarias para financiar la seguridad de los concejales del País Vasco… otros estaban para otras cosas.
Mientras muchos de esos compañeros tenían verdaderos problemas de supervivencia, en un lugar donde todos les hacían el vacío… otros estaban para otras cosas.
Mientras muchos quemaban sus coches haciendo partido, y las vacaciones reglamentarias de sus empresas haciendo campañas electorales… otros estaban para otras cosas.
Cuando para muchos cargos del partido resultaba impensable cargar el más mínimo gasto a la arcas de la organización… otros estaban en otras cosas.
Cuando muchos responsables,  dedicaban tiempo y dinero, poniendo en riesgo sus negocios, empresas o “salud” laboral, dando  la cara por el partido, porque no en todos los ambientes éramos bien recibidos… otros estaban a otras cosas.
Y me da lo mismo si lo cobraban en negro o en blanco: lo primero será un delito y allá cada uno con su vida, pero lo segundo es una inmoralidad, impropia de dirigentes que deberían dar ejemplo en una organización que debe ser austera por los fines que la justifican, y que  lo era en la mayor parte de su estructura.
Los sueldos “en blanco” que  lo “negro”” no me consta, de nuestros dirigentes son inadmisibles, y así lo debían pensar ellos mismos ya que era un secreto muy bien guardado.
Si eso hubiese estado claro desde el primer día nos ahorraríamos el bochorno que ahora estamos pasando.