Es lamentable pero en Castilla la Mancha no dejamos de tener a Bono encima. Creíamos haberle perdido de vista, bueno de vista en la región, por que ya se ocupa él de que no dejemos de verlo: ya sea en el parlamento, organizado alguna con monja de por medio; o en Salsa Rosa, da lo mismo. El caso es dejarse ver con su discurso de izquierda disidente, mirando siempre a la derecha; en tono acaramelado-paternalista con trasfondo de mala leche, como corresponde a quien se educo en la vieja escuela de caciques manchegos.
Ahora para mayor desgracia nos cae encima el “Bono basura”. No nos despegamos de esa maldición bíblica que parece sufrir esta región, que después de soportar veinticinco años en el furgón de cola del tren de las autonomías españolas merced a Bono, ahora se nos desengancha del convoy para dejarnos en vía muerta, merced al “Bono basura”.
Quizá sea en esta región donde de una manera mas real se está demostrando lo artificial del Estado de las Autonomías. Donde unos reyezuelos mediocres y sin escrúpulos, muy parecidos a aquel Bokassa que se empeñó, en su sueño Napoleónico, en ser coronado Emperador de la República Centroafricana, han puesto los recursos, allegados con el esfuerzo de su pueblo, al exclusivo servicio de sus intereses y al de la parroquia.
El deplorable estado de sus economías, unas administraciones regionales “golfas” que no tienen más objetivos que su propia supervivencia y la de sus privilegios, el control público en almoneda, los innumerables casos de corrupción, la impunidad a la hora de asumir responsabilidades por parte de los responsables , la falta de pudor exhibiéndose con la prepotencia a la que acostumbran, la falta de sentido de estado, la selva legislativa para manejar el cortijo a su gusto, la pérdida de vista al bien común, entre otros males han convertido a las comunidades autónomas en un lastre, no solo para la estructura del Estado, si no para ellas mismas.
Se hace imprescindible revisar una estructura territorial, que se ha demostrado incapaz de administrar, medianamente, las muchas competencias que se le delegaron. La cesión de la Sanidad y la Educación que llevó a cabo Aznar fue un error manifiesto, tenemos que reconocerlo. Esas dos competencias son hoy las que en mayor medida tienen a estas administraciones al borde de la quiebra. Una estructura territorial que parece llevar en sus genes la dinámica de su propia destrucción.
Como dije unos meses atrás, algunas autonomías, y desde luego la de Castilla la Mancha, tendrán que preguntarse si tienen algún futuro como tales, y no estarían mejor como parte integrante del Estado Central. Yo creo que viviríamos más tranquilos.